jueves, 17 de noviembre de 2016

Proyecto de manto regio para Mª Stsma. de la Misericordia Coronada de Granada. Hermandad de los Favores. Año 2016.


Diseño del Manto Procesional de
María Santísima de la Misericordia Coronada.
“El manto donde se cobijará Granada”.



1.    Preámbulo.

El diseño de un manto acorde al ajuar procesional de María Santísima de la Misericordia Coronada resulta todo un reto ilusionante por la fuerza devocional de la Imagen y la historia centenaria de las Advocaciones de la Hermandad. Las pretensiones del dibujo no han sido otras que la de construir el manto que utilice todos y cada uno de los lenguajes estéticos que puedan estar relacionados con esta Venerable, Muy Antigua e Ilustre Hermandad desde el significado artístico e histórico de su sede canónica, pasando por los elementos plateros y de bordado que le confirieron en la década de los 40 del pasado siglo, el esplendor procesional desconocido en aquella Granada de hace 70 años.

La pieza tenía que servir de nexo de unión entre el manto que hasta hoy sigue vistiendo en las Solemnes ocasiones la Sagrada Imagen, con el intento de renovación y adecuación estética que pretende la Hermandad. Para ello, había que conseguir dos grandes circunstancias: la ejecución de un diseño original que marque la identidad y la personalidad del Paso de Palio de la Santísima Virgen de la Misericordia en la Semana Santa de Granada y la configuración de un elemento capaz de continuar la senda iniciada por Antonio Salazar Capilla y Trinidad Morcillo Raya, que hicieron de las andas procesionales de la Virgen de la Misericordia Coronada, uno de los conjuntos con mayor personalidad propia.

Por lo tanto, bajo un sesudo estudio del actual ajuar procesional y proponiendo una búsqueda de piezas sobresalientes del bordado y el tejido granadino, este proyecto de manto procesional pretende rendir un homenaje a la singularidad estética de la Virgen de la Misericordia, fabricar la pieza más acorde a toda la historia estilística de la Hermandad y componer una presea que más allá de la reiteración a la que nos tienen acostumbrados los diseños actuales, se convierta en una pieza que nazca de un estilo propio que, en su momento, le confirió Antonio Salazar y que la distingue de diseños corrientes y cotidianos, por reiterados. La originalidad es un valor distintivo en sí mismo y a esto recurrimos en su proceso de diseño.


2.    Análisis formal.

El nacimiento del dibujo nos sugirió un diseño complejo, pequeño y geométrico, un proyecto simétrico y que arropara sin solución de continuidad toda su superficie. El empleo casi exclusivo de lenguajes vegetales, a base de roleos, hojarascas, flores, anillas, macetillas y caracolillos y lazos, queda definido por el uso de elegantísimas cartelas polilobuladas extraídas directamente del respiradero de 1948, como si se tratara de una prolongación del mismo en el manto. El conjunto concluye llevando en el borde una guardilla perimetral con una decoración frondosa que hace las veces de encaje.

En el lenguaje floral se ha recurrido a las  flores de iris, cenefas trilobuladas con motivos vegetales y una clara alusión a la Advocación de la Santísima Virgen: el manto simboliza la acogida de María a todos los hermanos y devotos, que bajo tal prenda encuentran cobijo y protección, como la iconografía de la Virgen de la Misericordia siempre ha señalado.


3.    Iconología del manto.

A diferencia de los proyectos actuales que abundan de un programa iconográfico complejo y a veces desapercibido por el fiel espectador, el presente proyecto recurre únicamente a la iconología, tanto en el número de piezas empleadas como en los dibujos vegetales incluidos. Las referencias a la historia de la Hermandad son continuas. Sobre la festividad litúrgica de la Virgen, la simbología floral mariana o la propia advocación, basan el corpus iconológico. Pero se da la feliz coincidencia que en el Nombre de Misericordia, un manto es en sí toda una iconografía, más aún todo un icono, habida cuenta que la representación formal de esta advocación no es otra que la Virgen de que acoge bajo su manto a un grupo de figuras suplicantes que imploran a la Reina de los Cielos la salvación eterna y que no haría sino confirmar de manera gráfica el poder de intercesión atribuido a lo largo de la Historia a la Madre de Dios, como mediadora de la Humanidad. Pero a pesar de ello, hay una serie de referencias formales que desglosamos:

·         La hoja de álamo.

Hacia 1760, el mayordomo de la hermandad de los Favores, entonces Manuel Palencia, planta un pequeño bosque de 16 álamos negros y dos blancos alrededor del monumento del Crucificado de piedra, que aparece en los inventarios como propiedad de la Hermandad. La hoja de álamo por tanto, es el recurso vegetal más propio de la devoción de la Hermandad y la que se usa mayoritariamente en este dibujo.

·         La estrella-hojarasca.

En 1953 Trinidad Morcillo incluía en el bordado del manto, 180 estrellas en diversas formas y tamaños. En este dibujo se ha planteado rendir homenaje a tan insigne bordadora, incluyendo un guiño a este recurso que se ha convertido en identidad propia del bordado del manto. Para ello, se ha empleado una estrella en forma de hojarasca, que esté a juego con el diseño completamente floral-vegetal y se han incluido 28 estrellas, por un doble motivo. En referencia al año de fundación de la Cofradía (1928) y como parte de todo un ciclo lunar (28 días), habida cuenta de la luna como símbolo mariano del Apocalipsis, donde la Virgen es la Mater Omnium (este apelativo latino fue el origen de la Advocación Misericordia en la Baja Edad Media) 

·         Las 27 cartelas polilobuladas del respiradero.

La cartela es una referencia a la decoración del respiradero. El prodigioso y liviano respiradero creado por Antonio Salazar se articula mediante este elemento. Por tanto el manto es la extensión del conjunto. Con esta inclusión hace un juego decorativo y no rompe la armonía estética. Pero además, incluir 27 veces esta cartela polilobulada, hace referencia al 27 de julio, Festividad Litúrgica de María Santísima de la Misericordia, tal y como le consagra su Hermandad.

·         La cenefa del tonelete de “colina”.

Tal y como consta en los Archivos consultados, el Mayordomo de la Hermandad, redacta en 1766 un completo inventario del ajuar. Ostentaba el cargo entonces Gabriel Moreno y en el inventario, cita con detalle el tonelete o sudario que revestía al Santo Cristo de los Favores de Piedra en ocasiones especiales, llamándolo el “Tonelete morado de colina". Basándonos en la decoración que explica, se ha dibujado una cenefa como perímetro del manto. Lo más cerca que tendrán los devotos y fieles será esta banda perimetral que rememora el ajuar del Cristo de los Favores, por lo que de alguna manera entroncamos con la historia y hacemos presente a la primera devoción de Granada, uniendo Madre e Hijo en el mismo manto. El Señor de los granadinos, Hijo de la Santísima Virgen de la Misericordia, tenía que prestar su alargada semblanza en el manto.


4.    Recursos empleados.

Cenefas de ataujías.
Cartelas arcosoliadas, unas veces trilobuladas y otras polilobuladas.
Lacerías florales de influjo nazarí.
Guirnaldas de roleos con estrellas y hojarasca.
Flores marianas.
Vegetación estilizada y vaporosa.
Cenefas etéreas.
Vegetación granadina en el Campo del Príncipe.


5.    Influencias artísticas.

·         Cortina real de la Alhambra en el Museo homónimo (siglo XIV).

·         Marlota de Muhammad V del Instituto Valencia de don Juan (siglo XIV).

·         Alfombra del Monumento que fue del Santo Ángel Custodio hoy en el Museo de la Alhambra (siglo XV).
·         Tonelete-sudario del Inventario del Señor de los Favores (1766).

·         Templete neogótico del Señor de los Favores (Francisco Casado, 1884).

·         Respiradero del Paso de Palio (Antonio Salazar, 1948).

·         Manto procesional actual (Trinidad Morcillo Raya, 1953).


Cortina real de la Alhambra.

El maravilloso trabajo que los talleres nazaríes conseguían con las filosedas de sus cortinas sirve aquí para el uso de las tonalidades, el degradado de los colores y las formas aportadas a las cartelas que no son polilobuladas, las seis que sirven de unión entre espacios, como vemos en la Cortina que fue de los Palacios Nazaríes de la Alhambra.

Marlota de Muhammad V.

Todo el enmarque curvo del espacio central a la vez que las piezas contorneadas de la cenefa, son bandas de ataujías que recuerdan la Marlota del Emir granadino Muhammad V.

Alfombra del Monumento.

Todo el espacio que rodea el paño central de la pieza se configura mediante lacerías florales basadas en la alfombra nazarí del Museo de la Alhambra que perteneció al Monasterio del Santo Ángel Custodio.

Para todos los recursos vegetales se ha empleado un tema vegetal estilizado y plástico basado en los corpus de los bordados granadinos. Se ha codificado mediante la observación de los tejidos conocidos como Izz limaulana al-Sultan que se conservan en el Museo Arqueológico Nacional, en el Instituto Valencia de don Juan y en el Museo de la Alhambra, unos recursos para bordar basados en la flora granadina compuesta por tallos en espiral, palmas de perfil y las hojarasca simétrica.

En cada cartela polilobulada se inserta una interpretación icónica del árbol de la vida, como un eje central de simetría inscrito en la forma geométrica que se dispone en número de 27, aludiendo al día de la Festividad Litúrgica de María Santísima. Sirve de nexo de interactuación una cartela similar, en tamaño más pequeño, que se decora en su interior con los recursos que empleó Trinidad Morcillo en el bordado del manto actual. Son lenguajes vegetales a base de tallos abiertos en cuatro partes que nos recuerdan a la marlota Muhammad V, del Instituto Valencia de don Juan.


Tonelete-sudario del Cristo de los Favores.

Todas las piezas de espiga, cardina y flor dentelleante recuerdan las descripciones del Mayordomo de la Hermandad, en el inventario del patrimonio de la misma en 1766, sobre un sudario del Señor de los Favores.

Templete neogótico del Señor de los Favores y Respiradero del Paso de Palio.

La cenefa externa se acompasa rítmicamente por óculos yuxtapuestos de reminiscencias mudéjares, que son cartelas entre guirnaldas de roleos y cardinas rítmicas y curvas, con el objetivo de que desarrollen un panel corrido de recursos vegetales a base de cintas entrecruzadas, lacerías, medallones, estrellas y merlones.

Manto procesional actual.

El paño central bebe directamente de todos los recursos del manto actual; un homenaje a Trinidad Morcillo y a la capacidad interpretativa de la bordadora granadina que le dio soltura y sensación etérea al manto, convertido en 1953, en la pieza de bordado procesional más importante de Granada y que ahora reivindico para, mejorado, sea otra vez el manto procesional más importante y trascendente en la ciudad.


6.    Claves del diseño.

·         Estilo novedoso e insólito en las artes cofrades granadinas.
·         Aportación de gracilidad y naturalidad al manto. Diseño etéreo.
·         Reivindicación del bordado granadino y puesta en valor del manto actual.
·         Iconología. Sugerir y esconder códigos marianos.
·         Homogeneizar el paso de palio reclamando la importancia del respiradero.
·         Homenajear a Trinidad Morcillo reactualizando y mejorando su manto.
·         Confeccionar un manto personal, singular y único para la Santísima Virgen de la Misericordia, capaz de ser identificado sin problema.



o   Estilo novedoso e insólito en las artes cofrades granadinas.

El proyecto de manto nuevo pretende escapar de los estilos reiterativos que se emplean para todo. El dibujo huye del neobarroco, por adocenado y corriente y se enmarca en un “arts and crafts” del modernismo, un estilo casi desconocido y sin uso alguno en el arte cofrade granadino. Para llegar a los recursos  lenguajes modernistas, el diseño recorre los bordados y textiles granadinos más sobresalientes fijándose en sus influjos decorativos para plasmarlos en un manto. El problema de los diseños abigarrados y vulgares de los mantos actuales es que aportan rigidez a la pieza, y este dibujo tenía como reto sustituir una pieza tan etérea y liviana como el manto actual, si acaso, hacer de la nueva presea la continuidad mejorada del trabajo de Trinidad Morcillo.

o   Aportación de gracilidad y naturalidad al manto. Diseño etéreo.

El ejemplo de arte liviano y etéreo es el estilo nazarí. Hemos encontrado tres piezas capitales del bordado de la Edad Media, consideradas por la Historias del Arte como el alfa del textil medieval en toda Europa. Las tres fueron hechas en Granada y son vitales para entender el trabajo que se desarrollará siglos después en la ciudad. De ellas sobrevino el mudéjar y a su vez, este estilo influyó en la decoración renacentista granadina.

o   Reivindicación del bordado granadino y puesta en valor del manto actual.

A lo largo de los siglos, la Muy Antigua Hermandad de los Favores en su rama pasionista que no penitencial, ha poseído piezas del bordado granadino que debían ser incluidas en este proyecto. No ya sólo como reivindicación de nuestras artes decorativas, sino como muestra de la devoción que estas Advocaciones siempre han despertado en Granada. Dejar fuera al Cristo de los Favores del manto de la Santísima Virgen de la Misericordia no tendría sentido y había que incluir la decoración perdida del ajuar de la Imagen más venerada de la ciudad.  Pero no se podía traicionar el triunfo conseguido por Trinidad Morcillo en el manto actual, dotado de liviandad y de naturalidad. Así que se ha tenido muy en cuenta en este diseño.

o   Iconología. Sugerir y esconder códigos marianos.

Recaemos continuamente en el error de proyectar todo tipo de piezas cargadas de iconografía que pasan desapercibidas por el público. En vez de construir un manto pesado y abrumante, la idea original era sugerir, incluir códigos que hicieran una y otra vez referencia a la devoción, a la advocación, a la historia y al peso vital de la Hermandad y la Virgen en Granada y en su Semana Santa; y para ello nada mejor que la iconología, porque todos los códigos catequéticos están sin que eso reste vaporosidad, practicidad y gracilidad a la pieza.

o   Homogeneizar el paso de palio reclamando la importancia del respiradero.

Pero el manto no puede diseñarse como una pieza inconexa e independiente, por lo que el reto estaba en conseguir que casara en el conjunto. Y para que casase, nada mejor que utilizar la expresividad, la fuerza y la originalidad de los recursos del respiradero que ejecutara en 1948 Antonio Salazar Capilla y siguen constituyendo la pieza de esta característica, más naturalista y confluyente de toda Granada. Este recurso que el platero y orfebre Capilla Salazar lleva a cabo tiene un enorme peso e influjo en la Hermandad y en la devoción de los hermanos, habida cuenta que las cartelas polilobuladas las encontramos en el Templete neogótico proyectado en 1884 por Francisco Casado para acoger al Señor de los Favores del Campo del Príncipe. En sí, los respiraderos son la síntesis de la historia devocional de la Hermandad, que ha venido al manto para reclamar la tradición y para ajustar en un mismo lenguaje, todos los elementos del paso de palio.

o   Homenajear a Trinidad Morcillo reactualizando y mejorando su manto.

El manto de 1953 constituyó un triunfo. Un diseño armónico y elegante que respondía a la teoría artística de que “menos es más”, con una decoración contundente pero bien distribuida, y todo ello haciendo de la presea un proyecto práctico, natural y muy personal. Hacer un nuevo manto tiene como reto cumplir con todo lo que ya firmó doña Trinidad Morcillo y además mejorarlo, por lo que había que reinterpretarlo usando los elementos característicos de su bordado, mejorando cualquier ámbito del diseño y reafirmando la fuerza de sus piezas, sus elementos y sus códigos estéticos. El paño central del mismo es una reproducción inspirada en Trinidad Morcillo. El objetivo: que no se eche en falta el manto de siempre pero se tenga una pieza superior al resto de mantos de la ciudad.

o   Confeccionar un manto personal, singular y único para la Santísima Virgen de la Misericordia, capaz de ser identificado sin problema.

Al término del dibujo a grafito, el proyecto cumplía la expectativa: quise hacer un manto muy rico y espectacular que cumpliera una única premisa: convertirse en el diseño de manto más meditado y mejor de esta ciudad, que,  basado en el conjunto del palio para crear una unidad estética, con todos los motivos de su maravillosa orfebrería, con todas las reminiscencias posibles del manto actual, se atreviera y consiguiera superarlo. Si el dibujo lograba esto, conseguía dotar al nuevo manto de María Santísima de la Misericordia Coronada de una pieza singular, personal, que el cofrade identificara con la Santísima Virgen de manera inmediata, pensada para aportarle una idiosincrasia exclusiva.


7.    Epílogo del diseño.

El reto era hacer un manto en un lenguaje artístico que no existiera en Granada. Estamos ante una pieza modernista pero que se basa en todos los estilos que guardan influencia con la Hermandad y que su vez tienen un marcado carácter granadino. No bastaba con un diseño rotundo y muy ornamental, sino con un dibujo personal, singular, identitario y original. Una pieza que, acabada, fuese reconocible y aportara una personalidad ya de por sí marcada y muy inspiradora, de la Santísima Virgen de la Misericordia.

El dibujo del manto bebe del estilo textil nazarí, que fue inigualable en la Edad Media. Además, toma prestado influjos mudéjares bajo los que se construye San Cecilio, la Parroquial y Sede Canónica. Pero sobre todo, es un homenaje a dos artistas granadinos que dejaron su impronta en estas andas procesionales y que constituyeron en su momento, el mejor paso de palio de la ciudad. De un lado, la atrevida y etérea orfebrería de Antonio Capilla Salazar y de otro, el bordado liviano y vaporoso que Trinidad Morcillo le confirió al actual manto.

Con este proyecto se ha buscado configurar un conjunto homogéneo, con sentido, que casa con la personalidad de lo que había, pero mejorándolo, y que continua el mismo lenguaje que emplean las orfebrerías, en especial el respiradero, por lo que es una sucesión y continuidad de los mismos recursos que desde hace 70 años, le otorgan una personalidad y una facilidad de reconocimiento al paso de palio. Huir de la influencia y del buen hacer de estos dos artistas sería una afrenta al arte granadino y a la propia historia de la Hermandad.

Al final, el gran paño central, reproduce fielmente el soberbio trabajo de Trinidad Morcillo, recuperando así la esencia del manto actual e integrándolo en el proyecto presente. De esta forma, el “nuevo manto”, no será más que el de siempre, mejorado, aumentado y adaptado al conjunto, pero sin que el resultado se distraiga de lo esencial y auténtico del manto de Morcillo, tanto por personalidad, naturalidad como por su destreza y practicidad estética.











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