AUREUM SOLIUM
(Un pabellón real de oro, para la Virgen)
O la recuperación del
estilo granadino para la
Santísima Virgen del
Amor y Trabajo.
A.
Exordio
del conjunto
B.
El
estilo
C.
Aportaciones
1.-
Recuperación de la personalidad granadina
2.-
Innovaciones de las piezas que componen el conjunto.
3.-
Elementos como símbolos. El mensaje de las piezas.
4.- La
Historia de la Hermandad resumida en el diseño.
a.
San
Lázaro y el lazareto de los Reyes Católicos
b.
San
Juan de Letrán y las devociones episcopales de su fundador.
c.
Las
arterias de los cortejos fúnebres reales. El uso de la cúpula.
d.
La
relación con la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios.
e.
La
nueva acepción del barrio, DE LOS PAJARITOS.
f.
La
devoción secular a la Virgen bajo la advocación de Dolores
g.
El
carácter gremial de la Hermandad, conocida por los Ferroviarios
D.
Síntesis
del Paso de Palio.
A.
Exordio.
En el año 2006 comenzó a gestarse el diseño
de un paso de palio absolutamente novedoso y que a su vez, supusiera el viraje
artístico de esta ciudad hacia su personalidad propia (lamentablemente olvidada),
gracias a la confianza que el Cabildo General de la Hermandad de los
Ferroviarios ha depositado en esta década de trabajo y que muy especialmente
aplaudimos, porque ha sabido esperar todo este tiempo hasta que pudiera
plasmarse el fruto de tantos años de estudio y de investigación de un periodo
histórico concreto. El reto no era otro que el de componer unas andas
procesionales que perfectamente pudieran haber sido hechas en la Granada
dieciochesca que vio nacer a la Santísima Virgen del Amor y del Trabajo. Retroceder
en el tiempo y ubicar a los mejores obradores granadinos de la segunda mitad
del siglo XVIII para que in situ, trabajaran en un paso de palio, ha sido el
mayor desafío de estos 10 años largos de trabajo.
A lo largo de esta década se le ha prestado
un interés especial al último barroco granadino presente en retablos,
arquitectura decorativa y en trabajos de bordado y orfebrería. Fruto de toda
esta procelosa investigación ha sido este diseño, que viene a convertirse en la
revisión de toda esa tradición ornamental granadina del tardo barroco; ninguna
pieza ni detalle decorativo sale del periodo histórico en el que se data a la
Santísima Virgen, por lo que partiendo de esa premisa el diseño es un regreso
al periodo de máximo esplendor barroco granadino que registra todas y cada una
de las huellas del patrimonio dieciochesco de esta ciudad.
El conjunto pretende revitalizar la estética
y la identidad que creó Granada y exportó a otras ciudades sin haberle dado
tiempo a consagrar dicho estilo en nuestras calles. A través del estudio de
fuentes históricas, bien en el Archivo de Protocolo Notarial, bien en los
legajos de las carpetas de Hermandades del Archivo Histórico de la Curia
granadina, se ha rastreado un modelo estético que nacido en Granada, ha venido
a confundirse como el propio de otras tierras sin que ello signifique que los
obradores y artesanos de la Ciudad de la Alhambra, no contribuyeran a su
creación. Míticas orfebrerías dieciochescas, tratamientos retablísticos y
piezas de bordado han amparado el minucioso estudio de investigación cuyos
frutos son estos.
B.
El estilo.
A pesar del empleo de elementos propios del
rococó, todos estos años de trabajo han servido para depurar los recursos
estéticos que iban a conformar el diseño. En Granada el rococó dejó una huella
muy reducida mientras que el barroco final, tendió a incluir recursos que ya
preconizaban el estilo propio francés. De alguna manera, los proyectistas
granadinos acuñaron un barroco exultante que sin ser rotundamente rococó, se
dejó seducir por la influencia de proyectos oficiales de la importancia del
Palacio Real.
El estilo que se le otorga a este paso de
palio es un tardo-barroco florido, con piezas que sirve de transición entre el
estilo barroquizante y el rococó, casi una invención estética granadina de cuño
propio que subraya y hace más hincapié si cabe en la idea original de este
diseño: recuperar y poner en valor la personalidad granadina.
C.
Aportaciones del
diseño.
1.
Recuperación
de la personalidad granadina.
Mediante un mismo recurso decorativo y todo
en torno al periodo de la segunda mitad del siglo XVIII, talla, orfebrería,
gemología, azogamiento de cristal o bordado revisan cuál fue la estética
granadina dieciochesca. Para nada puede confundirse este diseño con un conjunto
de influencia antequerana. El estudio minucioso de las fuentes históricas nos
avala en ello y nos dicta que entre 1730 y 1770 las andas procesionales
granadinas se ejecutaron con un recurso técnico concreto (la talla dorada), un
tipo de bordado ampuloso y grácil y la inclusión residual de la orfebrería.
Todo ello está presente en este paso de palio que además recupera no sólo la
técnica, sino también la estética, ubicando los candelabros de guardabrisas en
las esquinas, tal y como fuera usual en nuestras andas procesionales, o
vigorizando el tamaño de la peana.
2.
Innovaciones
en el tratamiento de las piezas
La inclusión del heptágono como figura
geométrica es la primera vez en toda Granada que se emplea al igual que se
convierte en recurso muy original y casi inexistente en el arte cofrade. La
cadeneta de orfebrería, el trabajo del cristal y la recuperación del espejo,
que además es seña personal de la Basílica de San Juan de Dios con cuya Orden y
devoción estrecha lazos esta Hermandad, acaban por definir el conjunto.
Una pieza define el diseño: el raíl de plata
que a manera de cenefa, otras veces ribete, otras veces una orla, recorre cada
una de las piezas y cada uno de los elementos del conjunto, poniendo en valor
el carácter gremial de la Hermandad.
El empleo de la cúpula hará de este paso de
palio el referente de renovación. Su uso en los montajes efímeros,
arquitectónicos o litúrgicos, referencias y muestras que guardan nuestros
archivos, recuerdan que el tránsito de la Hermandad es el mismo que el de los
cortejos fúnebres reales que hicieron de Granada el panteón real de la Corona
Española.
Las mezclas de talla y orfebrería, junto con
el uso del cristal y la pedrería incide en el gusto decorativo de la época en
la que nos movemos y el periodo histórico que se ha pretendido recuperar. La
novedad en la Semana Santa granadina es indiscutible. Pero además, es la seña
de identidad de las andas procesionales granadinas, que han estado
caracterizadas por su ejecución en talla dorada.
3. Elementos como símbolos. El mensaje de las
piezas.
La única hermandad gremial que queda en
Granada debía hacer gala de algún símbolo que les recordara cómo nació su
Hermandad y recuperó a su excepcional Dolorosa para toda la ciudad. Todo lo
asociado al tren y a lo ferroviarios provoca un lenguaje contemporáneo de
difícil incorporación a un paso de palio dieciochesco y sin embargo, se ha
solventado mediante la inclusión de una pieza reiterada a lo largo de todo el
conjunto y que recorre cada una de sus piezas. La personalidad de la Hermandad
y el hecho de su condición gremial se resume en una cenefa, que a veces es una
orla, otras un ribete. La cenefa, se trata de una sucesión de hexágonos
decorados de forma ovoide, cuyo tratamiento se ha cuidado para que dé la
sensación de un raíl de plata que discurre por el respiradero, varales, peana,
jarras, basamentos de los candelabros, el manto o las caídas del palio. Todo
está recorrido por este guiño al mundo ferroviario que estará estrechamente
ligado al paso de palio de la Santísima Virgen del Amor y Trabajo de manera
contundente, inequívoca y rotunda.
4. Codificación
de toda la historia de la Hermandad.
Desde la segunda mitad del siglo XVIII, la
Virgen del Amor y Trabajo ha sido testigo de la devoción del Barrio de San
Lázaro, primero bajo su antigua advocación de Dolores y así hasta el día que
nos toca. Pero la Hermandad nace en un barrio extramuros que tuvo una vital
importancia en la Granada social y hospitalaria desde la Reconquista. La
Cofradía realiza un trayecto procesional que recorre las mismas arterias que
hicieron los cortejos fúnebres regios y además, la nueva nomenclatura de la
feligresía, fruto de la expansión contemporánea de Granada, marca
indefectiblemente su acción catequética. E este diseño se ha tenido en cuenta todas
estas señas de identidad para envolver a la Santísima Virgen en cuantos guiños
a su barrio y a su feligresía, a través de la historia, arroje una personalidad
propia construida para la Virgen del Amor y Trabajo.
*San
Lázaro y el lazareto de los Reyes Católicos
*San
Juan de Letrán y las devociones episcopales de su fundador.
*Las
arterias de los cortejos fúnebres reales. El uso de la cúpula.
*La
relación con la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios.
*La
nueva acepción del barrio, DE LOS PAJARITOS.
*La
devoción secular a la Virgen bajo la advocación de Dolores
*El
carácter gremial de la Hermandad, conocida por los Ferroviarios.
San Lázaro fue su barrio hasta la llegada de
la contemporaneidad, por lo que aprovechamos el trasunto hagiográfico de “La
Resurrección de Lázaro” para el tema iconográfico inserto en su peana. Ella,
gravita sobre el mensaje de la resurrección que es el de la Iglesia Católica.
La Iglesia donde está erigida canónicamente
arroja todo un corpus de iconografías gracias a las devociones del Arzobispo
Alonso Bernardo de los Ríos, fundador de la Iglesia que le sirve como sede
canónica y que costea la misma como voto de agradecimiento. Por tanto, en el
diseño se contempla la eclosión iconográfica del Arzobispo, de la Orden del
Císter y sus devociones, sin las que no pudo nacer esta Iglesia y en ella,
extender su devoción y recibir la veneración de sus Hijos esta Dolorosa.
El recorrido procesional toma las mismas
calles y arterias que desde el siglo XVI recorrieran los cortejos fúnebres con
los reales cuerpos de la Corona de España, rumbo a la Catedral. La conversión
del Duque de Gandía, luego San Francisco de Borja, el paso de los cuerpos
imperiales y el boato regio ha servido para que se configure un palio a manera
de dosel o mantelete regio. Es el primer palio granadino que incorpora la
cúpula y que retrotrae a los montajes efímeros fúnebres de Granada y que vuelve
a poner de manifiesto el trabajo de investigación histórica para la proyección
de este paso de palio. Ello conduce al nombre que se le da: “Aureum solium”, el
pabellón real de oro…
Los intensos y dilatados lazos de unión con
la Orden Hospitalaria es una condición indispensable en la Hermandad. De la
Casa del Santo de los Pobres, San Juan de Dios, se toman las grandes
manifestaciones del último barroco granadino, sirviéndonos su Basílica en la
definición de muchos elementos decorativos, pero además, el único asunto
heráldico que hay en todo el conjunto, se le reserva precisamente a la Orden
Hospitalaria, ni siquiera a la heráldica propia de la Hermandad, como rendido
tributo a la huella de San Juan de Dios y al trabajo de sus hijos espirituales.
El Barrio donde extiende su labor catequética
y social la Hermandad es hoy de los Pajaritos. Sus calles se rotulan con
nombres de aves y trasciende su nomenclatura al resto de la ciudad. El recurso
del ave, con toda la simbología iconológica que la Historia del Arte le ha
aportado a lo largo de los siglos, se expresa en cada uno de ellas que se
incluye en el palio. Innovador, galante, muy propio de la decoración histórica
buscada, un corpus amplio de aves recorre el conjunto y le otorga plasticidad,
movimiento, sensación etérea y una indiscutible carga simbólica.
Desde su hechura y bendición y por espacio de
unos dos siglos, la Virgen fue testigo y protagonista de la devoción de los
vecinos de San Lázaro bajo el nombre de Dolores. No podemos obviar dos siglos
de proyección histórica y de veneración. Así que elemento iconográfico por
excelencia de los Dolores de María, el corazón atravesado por los siete
puñales, luce como heráldica en el frontal del palio y une su discurso al de la
corona, que como pabellón regio que hemos tratado de recrear, luce tal pieza
que es además, la corona histórica de la Virgen, resumiendo los siglos de
devoción en estos dos iconos.
El sentido gremial de la Hermandad lo es
todo. Los ferroviarios fundaron la Hermandad, los ferroviarios constituyeron el
movimiento devocional por excelencia en el barrio y la feligresía y los
ferroviarios dan el nombre popular a la Hermandad y prestan un número amplio de
hermanos a la nómina. Y por tanto, un recurso que sea reconocible de los
ferroviarios, recorre todas y cada una de las piezas y elementos del palio,
dejando constancia de la trascendencia al punto que es, a día de hoy, la única
Hermandad gremial de Granada.
D.
Síntesis del paso de
palio:
·
Estilo
tardo-barroco estrictamente granadino.
·
Recuperación
de la identidad granadina dieciochesca.
·
Proyección
de un paso de palio acorde con la datación de la Virgen.
·
Elementos
iconológicos novedosos que resumen toda la historia del Barrio, de la Hermandad
y de la propia Imagen de la Santísima Virgen.
·
Tamaño
inusual en los pasos de palio granadinos, convirtiéndose en el de mayores
proporciones acorde a la trama urbana que recorre y a la idea de “pabellón real
en movimiento” que se le ha pretendido otorgar.
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