A petición de una familia de la localidad granadina de Lanjarón, recibo el encargo del diseño y realización de una saya sobre soporte blanco con la finalidad de usarla como complemento al manto ya existente para las salidas procesionales de esta devota imagen dolorosa.
Es por este motivo que me dispongo a estudiar el ajuar y bordados de la Hermandad para casar esta nueva pieza con el estilo e identidad de la corporación, siendo de destacado valor el manto de color negro bordado por la Madres Trinitarias ,y que curiosamente se basa en los diseños de Juan Manuel Rodríguez Ojeda, recordando enormemente a la buhardilla o cenefa del manto de la Virgen del Dulce Nombre de Sevilla, y que como curiosidad se repite en otros como el de Mº Stsma. de la Amargura de Granada o el de Ntra. Sra. del Carmen de Cádiz.
Ante tales referentes no dudo en basar mi dibujo en las piezas y movimientos del manto de esta imagen, en torno a un diseño de estilo clásico y elegante desde la premisa de la sencillez. Arranca en su parte inferior con una cenefa en “ces” y lazadas de donde emergen sinuosas formas vegetales que dan paso en su parte central a una crátera cuajada de flores y frutas propia del bordado clasicista, y en sus extremos a unas mallas tejidas sobre el soporte coronadas por acueductos a imitación de los que circundan el manto. Se reserva el espacio central para la representación iconográfica del corazón, enmarcado en piezas de muestra armada y ventanas en sedas, aunque esta vez sin los siete dolores, ya que este vestido será utilizado preferentemente en la festividad de los dolores gloriosos de María, quedando exento de los puñales tradicionales de la advocación del 15 de Septiembre. De manera totalmente simétrica ascienden las hojas de acanto que dan paso a flores y granadas, que aportan color al conjunto para ser bordados en sedas. Una sencilla cinturilla de elegantes giros completan esta prenda junto a las mangas, que repiten los motivos de filacterias ya mencionados.
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