Diseño del Manto Procesional de
María Santísima de la Misericordia Coronada.
“El manto donde se cobijará Granada”.
1.
Preámbulo.
El diseño de un manto acorde al ajuar
procesional de María Santísima de la Misericordia Coronada resulta todo un reto
ilusionante por la fuerza devocional de la Imagen y la historia centenaria de
las Advocaciones de la Hermandad. Las pretensiones del dibujo no han sido otras
que la de construir el manto que utilice todos y cada uno de los lenguajes
estéticos que puedan estar relacionados con esta Venerable, Muy Antigua e
Ilustre Hermandad desde el significado artístico e histórico de su sede
canónica, pasando por los elementos plateros y de bordado que le confirieron en
la década de los 40 del pasado siglo, el esplendor procesional desconocido en
aquella Granada de hace 70 años.
La pieza tenía que servir de nexo de unión
entre el manto que hasta hoy sigue vistiendo en las Solemnes ocasiones la
Sagrada Imagen, con el intento de renovación y adecuación estética que pretende
la Hermandad. Para ello, había que conseguir dos grandes circunstancias: la
ejecución de un diseño original que marque la identidad y la personalidad del
Paso de Palio de la Santísima Virgen de la Misericordia en la Semana Santa de
Granada y la configuración de un elemento capaz de continuar la senda iniciada
por Antonio Salazar Capilla y Trinidad Morcillo Raya, que hicieron de las andas
procesionales de la Virgen de la Misericordia Coronada, uno de los conjuntos
con mayor personalidad propia.
Por lo tanto, bajo un sesudo estudio del
actual ajuar procesional y proponiendo una búsqueda de piezas sobresalientes
del bordado y el tejido granadino, este proyecto de manto procesional pretende
rendir un homenaje a la singularidad estética de la Virgen de la Misericordia,
fabricar la pieza más acorde a toda la historia estilística de la Hermandad y
componer una presea que más allá de la reiteración a la que nos tienen acostumbrados
los diseños actuales, se convierta en una pieza que nazca de un estilo propio
que, en su momento, le confirió Antonio Salazar y que la distingue de diseños corrientes
y cotidianos, por reiterados. La originalidad es un valor distintivo en sí
mismo y a esto recurrimos en su proceso de diseño.
2.
Análisis formal.
El nacimiento del dibujo nos sugirió un
diseño complejo, pequeño y geométrico, un proyecto simétrico y que arropara sin
solución de continuidad toda su superficie. El empleo casi exclusivo de
lenguajes vegetales, a base de roleos, hojarascas, flores, anillas, macetillas
y caracolillos y lazos, queda definido por el uso de elegantísimas cartelas
polilobuladas extraídas directamente del respiradero de 1948, como si se
tratara de una prolongación del mismo en el manto. El conjunto concluye llevando
en el borde una guardilla perimetral con una decoración frondosa que hace las
veces de encaje.
En el lenguaje floral se ha recurrido a
las flores de iris, cenefas trilobuladas
con motivos vegetales y una clara alusión a la Advocación de la Santísima
Virgen: el manto simboliza la acogida de María a todos los hermanos y devotos,
que bajo tal prenda encuentran cobijo y protección, como la iconografía de la
Virgen de la Misericordia siempre ha señalado.
3.
Iconología del manto.
A diferencia de los proyectos actuales que
abundan de un programa iconográfico complejo y a veces desapercibido por el
fiel espectador, el presente proyecto recurre únicamente a la iconología, tanto
en el número de piezas empleadas como en los dibujos vegetales incluidos. Las
referencias a la historia de la Hermandad son continuas. Sobre la festividad
litúrgica de la Virgen, la simbología floral mariana o la propia advocación,
basan el corpus iconológico. Pero se da la feliz coincidencia que en el Nombre
de Misericordia, un manto es en sí toda una iconografía, más aún todo un icono,
habida cuenta que la representación formal de esta advocación no es otra que la
Virgen de que acoge bajo su manto a un grupo de figuras suplicantes que
imploran a la Reina de los Cielos la salvación eterna y que no haría sino
confirmar de manera gráfica el poder de intercesión atribuido a lo largo de la
Historia a la Madre de Dios, como mediadora de la Humanidad. Pero a pesar de
ello, hay una serie de referencias formales que desglosamos:
·
La
hoja de álamo.
Hacia 1760, el mayordomo de la hermandad de
los Favores, entonces Manuel Palencia, planta un pequeño bosque de 16 álamos
negros y dos blancos alrededor del monumento del Crucificado de piedra, que
aparece en los inventarios como propiedad de la Hermandad. La hoja de álamo por
tanto, es el recurso vegetal más propio de la devoción de la Hermandad y la que
se usa mayoritariamente en este dibujo.
·
La
estrella-hojarasca.
En 1953 Trinidad Morcillo incluía en el
bordado del manto, 180 estrellas en diversas formas y tamaños. En este dibujo
se ha planteado rendir homenaje a tan insigne bordadora, incluyendo un guiño a
este recurso que se ha convertido en identidad propia del bordado del manto.
Para ello, se ha empleado una estrella en forma de hojarasca, que esté a juego
con el diseño completamente floral-vegetal y se han incluido 28 estrellas, por
un doble motivo. En referencia al año de fundación de la Cofradía (1928) y como
parte de todo un ciclo lunar (28 días), habida cuenta de la luna como símbolo
mariano del Apocalipsis, donde la Virgen es la Mater Omnium (este apelativo
latino fue el origen de la Advocación Misericordia en la Baja Edad Media)
·
Las
27 cartelas polilobuladas del respiradero.
La cartela es una referencia a la decoración
del respiradero. El prodigioso y liviano respiradero creado por Antonio Salazar
se articula mediante este elemento. Por tanto el manto es la extensión del
conjunto. Con esta inclusión hace un juego decorativo y no rompe la armonía
estética. Pero además, incluir 27 veces esta cartela polilobulada, hace
referencia al 27 de julio, Festividad Litúrgica de María Santísima de la
Misericordia, tal y como le consagra su Hermandad.
·
La
cenefa del tonelete de “colina”.
Tal y como consta en los Archivos
consultados, el Mayordomo de la Hermandad, redacta en 1766 un completo
inventario del ajuar. Ostentaba el cargo entonces Gabriel Moreno y en el
inventario, cita con detalle el tonelete o sudario que revestía al Santo Cristo
de los Favores de Piedra en ocasiones especiales, llamándolo el “Tonelete
morado de colina". Basándonos en la decoración que explica, se ha dibujado
una cenefa como perímetro del manto. Lo más cerca que tendrán los devotos y
fieles será esta banda perimetral que rememora el ajuar del Cristo de los
Favores, por lo que de alguna manera entroncamos con la historia y hacemos
presente a la primera devoción de Granada, uniendo Madre e Hijo en el mismo
manto. El Señor de los granadinos, Hijo de la Santísima Virgen de la
Misericordia, tenía que prestar su alargada semblanza en el manto.
4.
Recursos empleados.
Cenefas de ataujías.
Cartelas arcosoliadas, unas veces
trilobuladas y otras polilobuladas.
Lacerías florales de influjo nazarí.
Guirnaldas de roleos con estrellas y
hojarasca.
Flores marianas.
Vegetación estilizada y vaporosa.
Cenefas etéreas.
Vegetación granadina en el Campo del
Príncipe.
5.
Influencias
artísticas.
·
Cortina
real de la Alhambra en el Museo homónimo (siglo XIV).
·
Marlota
de Muhammad V del Instituto Valencia de don Juan (siglo XIV).
·
Alfombra
del Monumento que fue del Santo Ángel Custodio hoy en el Museo de la Alhambra
(siglo XV).
·
Tonelete-sudario
del Inventario del Señor de los Favores (1766).
·
Templete
neogótico del Señor de los Favores (Francisco Casado, 1884).
·
Respiradero
del Paso de Palio (Antonio Salazar, 1948).
·
Manto
procesional actual (Trinidad Morcillo Raya, 1953).
Cortina real de la Alhambra.
El maravilloso trabajo que los talleres
nazaríes conseguían con las filosedas de sus cortinas sirve aquí para el uso de
las tonalidades, el degradado de los colores y las formas aportadas a las
cartelas que no son polilobuladas, las seis que sirven de unión entre espacios,
como vemos en la Cortina que fue de los Palacios Nazaríes de la Alhambra.
Marlota de Muhammad V.
Todo el enmarque curvo del espacio central a
la vez que las piezas contorneadas de la cenefa, son bandas de ataujías que
recuerdan la Marlota del Emir granadino Muhammad V.
Alfombra del Monumento.
Todo el espacio que rodea el paño central de
la pieza se configura mediante lacerías florales basadas en la alfombra nazarí
del Museo de la Alhambra que perteneció al Monasterio del Santo Ángel Custodio.
Para todos los recursos vegetales se ha
empleado un tema vegetal estilizado y plástico basado en los corpus de los
bordados granadinos. Se ha codificado mediante la observación de los tejidos
conocidos como Izz limaulana al-Sultan que se conservan en el Museo
Arqueológico Nacional, en el Instituto Valencia de don Juan y en el Museo de la
Alhambra, unos recursos para bordar basados en la flora granadina compuesta por
tallos en espiral, palmas de perfil y las hojarasca simétrica.
En cada cartela polilobulada se inserta una
interpretación icónica del árbol de la vida, como un eje central de simetría
inscrito en la forma geométrica que se dispone en número de 27, aludiendo al
día de la Festividad Litúrgica de María Santísima. Sirve de nexo de
interactuación una cartela similar, en tamaño más pequeño, que se decora en su
interior con los recursos que empleó Trinidad Morcillo en el bordado del manto
actual. Son lenguajes vegetales a base de tallos abiertos en cuatro partes que
nos recuerdan a la marlota Muhammad V, del Instituto Valencia de don Juan.
Tonelete-sudario del Cristo de los
Favores.
Todas las piezas de espiga, cardina y flor
dentelleante recuerdan las descripciones del Mayordomo de la Hermandad, en el
inventario del patrimonio de la misma en 1766, sobre un sudario del Señor de
los Favores.
Templete neogótico del Señor de los
Favores y Respiradero del Paso de Palio.
La cenefa externa se acompasa rítmicamente
por óculos yuxtapuestos de reminiscencias mudéjares, que son cartelas entre
guirnaldas de roleos y cardinas rítmicas y curvas, con el objetivo de que
desarrollen un panel corrido de recursos vegetales a base de cintas
entrecruzadas, lacerías, medallones, estrellas y merlones.
Manto procesional actual.
El paño central bebe directamente de todos
los recursos del manto actual; un homenaje a Trinidad Morcillo y a la capacidad
interpretativa de la bordadora granadina que le dio soltura y sensación etérea
al manto, convertido en 1953, en la pieza de bordado procesional más importante
de Granada y que ahora reivindico para, mejorado, sea otra vez el manto
procesional más importante y trascendente en la ciudad.
6.
Claves del diseño.
·
Estilo
novedoso e insólito en las artes cofrades granadinas.
·
Aportación
de gracilidad y naturalidad al manto. Diseño etéreo.
·
Reivindicación
del bordado granadino y puesta en valor del manto actual.
·
Iconología.
Sugerir y esconder códigos marianos.
·
Homogeneizar
el paso de palio reclamando la importancia del respiradero.
·
Homenajear
a Trinidad Morcillo reactualizando y mejorando su manto.
·
Confeccionar
un manto personal, singular y único para la Santísima Virgen de la
Misericordia, capaz de ser identificado sin problema.
o
Estilo novedoso e insólito en las artes cofrades
granadinas.
El proyecto de manto nuevo pretende escapar
de los estilos reiterativos que se emplean para todo. El dibujo huye del
neobarroco, por adocenado y corriente y se enmarca en un “arts and crafts” del
modernismo, un estilo casi desconocido y sin uso alguno en el arte cofrade
granadino. Para llegar a los recursos
lenguajes modernistas, el diseño recorre los bordados y textiles
granadinos más sobresalientes fijándose en sus influjos decorativos para
plasmarlos en un manto. El problema de los diseños abigarrados y vulgares de
los mantos actuales es que aportan rigidez a la pieza, y este dibujo tenía como
reto sustituir una pieza tan etérea y liviana como el manto actual, si acaso,
hacer de la nueva presea la continuidad mejorada del trabajo de Trinidad
Morcillo.
o
Aportación de gracilidad y naturalidad al manto. Diseño
etéreo.
El ejemplo de arte liviano y etéreo es el
estilo nazarí. Hemos encontrado tres piezas capitales del bordado de la Edad
Media, consideradas por la Historias del Arte como el alfa del textil medieval
en toda Europa. Las tres fueron hechas en Granada y son vitales para entender
el trabajo que se desarrollará siglos después en la ciudad. De ellas sobrevino
el mudéjar y a su vez, este estilo influyó en la decoración renacentista
granadina.
o
Reivindicación del bordado granadino y puesta en valor
del manto actual.
A lo largo de los siglos, la Muy Antigua
Hermandad de los Favores en su rama pasionista que no penitencial, ha poseído
piezas del bordado granadino que debían ser incluidas en este proyecto. No ya
sólo como reivindicación de nuestras artes decorativas, sino como muestra de la
devoción que estas Advocaciones siempre han despertado en Granada. Dejar fuera
al Cristo de los Favores del manto de la Santísima Virgen de la Misericordia no
tendría sentido y había que incluir la decoración perdida del ajuar de la
Imagen más venerada de la ciudad. Pero
no se podía traicionar el triunfo conseguido por Trinidad Morcillo en el manto
actual, dotado de liviandad y de naturalidad. Así que se ha tenido muy en
cuenta en este diseño.
o
Iconología. Sugerir y esconder códigos marianos.
Recaemos continuamente en el error de
proyectar todo tipo de piezas cargadas de iconografía que pasan desapercibidas
por el público. En vez de construir un manto pesado y abrumante, la idea
original era sugerir, incluir códigos que hicieran una y otra vez referencia a
la devoción, a la advocación, a la historia y al peso vital de la Hermandad y
la Virgen en Granada y en su Semana Santa; y para ello nada mejor que la
iconología, porque todos los códigos catequéticos están sin que eso reste
vaporosidad, practicidad y gracilidad a la pieza.
o
Homogeneizar el paso de palio reclamando la importancia
del respiradero.
Pero el manto no puede diseñarse como una
pieza inconexa e independiente, por lo que el reto estaba en conseguir que
casara en el conjunto. Y para que casase, nada mejor que utilizar la
expresividad, la fuerza y la originalidad de los recursos del respiradero que
ejecutara en 1948 Antonio Salazar Capilla y siguen constituyendo la pieza de
esta característica, más naturalista y confluyente de toda Granada. Este
recurso que el platero y orfebre Capilla Salazar lleva a cabo tiene un enorme
peso e influjo en la Hermandad y en la devoción de los hermanos, habida cuenta
que las cartelas polilobuladas las encontramos en el Templete neogótico
proyectado en 1884 por Francisco Casado para acoger al Señor de los Favores del
Campo del Príncipe. En sí, los respiraderos son la síntesis de la historia
devocional de la Hermandad, que ha venido al manto para reclamar la tradición y
para ajustar en un mismo lenguaje, todos los elementos del paso de palio.
o
Homenajear a Trinidad Morcillo reactualizando y mejorando
su manto.
El manto de 1953 constituyó un triunfo. Un
diseño armónico y elegante que respondía a la teoría artística de que “menos es
más”, con una decoración contundente pero bien distribuida, y todo ello
haciendo de la presea un proyecto práctico, natural y muy personal. Hacer un
nuevo manto tiene como reto cumplir con todo lo que ya firmó doña Trinidad
Morcillo y además mejorarlo, por lo que había que reinterpretarlo usando los
elementos característicos de su bordado, mejorando cualquier ámbito del diseño
y reafirmando la fuerza de sus piezas, sus elementos y sus códigos estéticos.
El paño central del mismo es una reproducción inspirada en Trinidad Morcillo. El
objetivo: que no se eche en falta el manto de siempre pero se tenga una pieza
superior al resto de mantos de la ciudad.
o
Confeccionar un manto personal, singular y único para la
Santísima Virgen de la Misericordia, capaz de ser identificado sin problema.
Al término del dibujo a grafito, el proyecto
cumplía la expectativa: quise hacer un manto muy rico y espectacular que
cumpliera una única premisa: convertirse en el diseño de manto más meditado y mejor
de esta ciudad, que, basado en el
conjunto del palio para crear una unidad estética, con todos los motivos de su
maravillosa orfebrería, con todas las reminiscencias posibles del manto actual,
se atreviera y consiguiera superarlo. Si el dibujo lograba esto, conseguía
dotar al nuevo manto de María Santísima de la Misericordia Coronada de una
pieza singular, personal, que el cofrade identificara con la Santísima Virgen
de manera inmediata, pensada para aportarle una idiosincrasia exclusiva.
7.
Epílogo del diseño.
El reto era hacer un manto en un lenguaje
artístico que no existiera en Granada. Estamos ante una pieza modernista pero
que se basa en todos los estilos que guardan influencia con la Hermandad y que
su vez tienen un marcado carácter granadino. No bastaba con un diseño rotundo y
muy ornamental, sino con un dibujo personal, singular, identitario y original.
Una pieza que, acabada, fuese reconocible y aportara una personalidad ya de por
sí marcada y muy inspiradora, de la Santísima Virgen de la Misericordia.
El dibujo del manto bebe del estilo textil
nazarí, que fue inigualable en la Edad Media. Además, toma prestado influjos
mudéjares bajo los que se construye San Cecilio, la Parroquial y Sede Canónica.
Pero sobre todo, es un homenaje a dos artistas granadinos que dejaron su
impronta en estas andas procesionales y que constituyeron en su momento, el
mejor paso de palio de la ciudad. De un lado, la atrevida y etérea orfebrería
de Antonio Capilla Salazar y de otro, el bordado liviano y vaporoso que
Trinidad Morcillo le confirió al actual manto.
Con este proyecto se ha buscado configurar un
conjunto homogéneo, con sentido, que casa con la personalidad de lo que había,
pero mejorándolo, y que continua el mismo lenguaje que emplean las orfebrerías,
en especial el respiradero, por lo que es una sucesión y continuidad de los
mismos recursos que desde hace 70 años, le otorgan una personalidad y una
facilidad de reconocimiento al paso de palio. Huir de la influencia y del buen
hacer de estos dos artistas sería una afrenta al arte granadino y a la propia historia
de la Hermandad.
Al final, el gran paño central, reproduce
fielmente el soberbio trabajo de Trinidad Morcillo, recuperando así la esencia
del manto actual e integrándolo en el proyecto presente. De esta forma, el
“nuevo manto”, no será más que el de siempre, mejorado, aumentado y adaptado al
conjunto, pero sin que el resultado se distraiga de lo esencial y auténtico del
manto de Morcillo, tanto por personalidad, naturalidad como por su destreza y
practicidad estética.
No hay comentarios:
Publicar un comentario