Con ilusiones renovadas, bajo tu divina mirada.

Así titulo esta nueva entrada, porque siempre la ilusión es algo que está a flor de piel en cualquiera de mis proyectos, pero además, cuando quien te los ofrece o llama a tu puerta la desprende sin medida y te transmiten como para ellos es algo añorado y largamente deseado, ese sentimiento cobra más fuerza que nunca. Por ello hoy tengo la grata noticia de comunicaros mi nombramiento como vestidor de Nuestra Señora del Rosario de la ciudad de Linares, de la popular Hermandad del Prendimiento.

Una noticia inesperada, pero que me ha llenado de alegría y satisfacción, porque en este caso es una imagen y una Hermandad a la cual conocía y seguía desde hace años, tanto como por su trayectoria como por la belleza cautivadora de Nuestra Señora del Rosario, cuya mirada hace bastante tiempo de la cual estaba enamorado.
Es un cargo ilusionante pero a la vez colmado de responsabilidad, porque independientemente de la dificultad que entraña la vestimenta de una imagen y de la responsabilidad en nombre de toda una Hermandad, en este caso hay que sumar estar bajo la atenta mirada del maestro Don Antonio Garduño, ya que no todos los días se tiene la oportunidad de ser continuador del trabajo de un gran artista tan polivalente e innovador como él lo fue, en este caso además de vestidor de la Santísima Virgen, fue diseñador, bordador y restaurador de esta cofradía que sin duda lo llevaron por méritos propios, a ser considerado como “alma mater” de la corporación linarense.
Si a esto le sumamos los comentarios que han suscitado entre sus devotos y hermanos, y el cariño con el que me demuestran el amor por su imagen, como por ejemplo en esta entrada referente a este mi llegada como vestidor en el blog “Plataforma KG” en este enlace:
http://plataformakg.blogspot.com/2011/12/llega-un-artista-fotos-blog-alvaro.html
se convierte en uno de mis mayores retos y responsabilidades como artista cofrade en estos últimos años.

Solo me queda agradecer a esta nueva junta gestora la confianza que han depositado en mí, y el cariño y la amabilidad con la que me han recibido para encomendarme esta responsabilidad, para esta nueva etapa que comienza en hermandad del Prendimiento donde trabajaremos juntos, por y para Nuestra Señora del Rosario.